ATENCIÓN PSICOLÓGICA

Centro de Psicología "Alcalá", cuenta con psicólogos colegiados, especialistas en psicología infantil, juvenil y de adultos, con amplia experiencia en gabinetes y clínicas privadas.

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martes, 18 de enero de 2011

¿LA PUBLICIDAD IBA INCLUÍDA EN EL BILLETE DE METRO?

 















   “Arnette, marca de gafas de sol de Luxottixa Group, realizó durante el mes de mayo una innovadora campaña de publicidad dentro de los vagones del metro de Barcelona y Madrid para presentar su nueva línea de productos de cara al verano. Esta campaña fue ideada por la agencia de marketing Magic Touch en estrecha colaboración con JCDecaux, TMB y Metro de Madrid, mientras que la planificación corrió a cargo de Posterscope Iberia.
La original idea se llevó a cabo decorando el fondo, las ventanas y los techos de los vagones del metro de Barcelona y Madrid con posters de las gafas de sol Arnette en una acción que hasta entonces no había utilizado estos espacios como soporte publicitario. La campaña sorprendió y despertó la curiosidad de todos los usuarios del metro, consiguiendo un alto índice de recuerdo”. (http://www.google.es/imgres?imgurl=http://www.estrategias.com/files/contents/image/bc73f0f9ae40bc413ec8d415904d100e.jpg&imgrefurl=http://www.estrategias.com/estrategias/noticias/quiero-estar-al-dia-2/campaaas-1/arnette-nos-previene-del-sol)

   Primero, nos están coartando nuestra libertad (¡incluso en el metro!), y segundo, porque es un tema del que hemos hablado en anteriores foros y considero importante.
   Lo cierto es que, al menos, admiraríamos obras de Velázquez y de Van Gogh a pesar de no acudir al museo, pero, claro, esto no sería rentable...



PERSUASIÓN Y MEDIOS DE COMUNICACIÓN DE MASAS

   En ningún momento somos consumidores "ingenuos" (entendiendo por "ingenuo" aquel que se deja persuadir sin oponer ningún tipo de resistencia), puesto que no funcionamos como postulaba el Conductismo del siglo XIX. Si bien es cierto, que la publicidad puede influir en nuestras conductas, no lo hace de manera lineal. Si no, ¿por qué existen los estudios de mercado?, ¿por qué los publicistas apelan a los sentimientos y no a la razón?

  En segundo lugar, decir que si han proliferado tantos medios de comunicación, si cada vez hay más canales, más periódicos, más emisoras de radio, se debe, entre otras cosas, a que el ser humano quiere saber. Así de simple, responden a una necesidad intrínseca a nuestra naturaleza. Ahora bien, es una necesidad secundaria, de tal forma, que una vez que nuestras necesidades primarias (beber, comer, etc.) están cubiertas, aparece la búsqueda de la satisfacción de las siguientes, las secundarias. Es por ello, que considero que las sociedades del llamado "Tercer Mundo" aún no pueden "permitirse el lujo" de pensar en si la publicidad les manipula o no. Me aventuro a decir que en nuestra sociedad, los medios de comunicación persuaden en la medida en que cubren necesidades, tales como el afecto,la sensación de "compañía", etc .

  Teniendo en cuenta estas dos ideas, concluyo que los medios de comunicación influirán en nosotros tanto como les permitamos.

  Y por tanto, en nuestras manos está cambiar aquello que tanto nos molesta: que la economía mediatice los medios, y que la política los determine. ¿Cómo? Preguntándonos si realmente cubren alguna de nuestras necesidades: "Vale, ahora sé qué van a emitir en la próxima hora, pero, ¿realmente quiero/necesito ver una película repleta de contenidos publicitarios, no sería más enriquecedor quedar con mis amig@s?" O bien, "¿Por qué están emitiendo este tipo de anuncios a esta hora en concreto?" "¿Qué buscan obtener?"

  Considero que es fundamental hacerse este tipo de preguntas para darse cuenta de qué estamos "consumiendo" cuando estemos frente a la televisión, consultando una página web, escuchando la radio o leyendo un periódico.Si no,¿por qué la publicidad emplea tanto la repetición, las melodías "pegadizas" o el cambio en la intensidad de las mismas? Con el fin de mermar nuestra capacidad de crítica.

¿CÓMO INFLUYEN LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN EN EL DESARROLLO INFANTIL?

      Los medios de comunicación pueden influir de forma determinante en el desarrollo infantil. Os explico en qué me baso. Primero, alrededor de los 7 años, predomina en los niños los llamados "juegos de reglas", propios de los patios de recreo, que se desarrollan sin juguetes, sólo con la imaginación de los participantes.Hasta aquí, todo parece normal, pero qué me diríais si os comento que estos juegos de reglas ocupan la mayor parte del ocio de los niños, especialmente con la progresiva incorporación de alumnos cada vez más jóvenes en el ciclo de Educación Infantil, y que, además, reproducen personajes famosos , de series de dibujos animados, etc. ¿cómo se queda el cuerpo? Asusta, ¿verdad? Si a esto le añadimos que hasta los 12 años, la repetición es un mecanismo de aprendizaje también muy importante... es para preocuparse, puesto que los anuncios de juguetes de los sábados por la mañana pecan por exceso de repetición.

Por otra parte, deberíamos meditar acerca del hecho de que si un niño está muchas horas solo en casa, es más que probable que esas horas las pase delante de la televisión o del ordenador. ¿No se parece este aspecto sospechosamente al abandono infantil?

domingo, 16 de enero de 2011

LEY ANTITABACO

Todos tenemos algún motivo para fumar

Prender un cigarrillo, aspirar su humo y quemar hasta la última brizna de tabaco, apagar la colilla y, al rato, repetir. Cientos de veces, día tras día, la actitud cotidiana de millones de personas. ¿Por qué? ¿Qué razones son las que obedecen a esa costumbre, a ese hábito tan perjudicial y tan popular de fumar que se ha convertido en la epidemia sanitaria más importante del siglo XXI?

Cuando a los fumadores se les pregunta por qué fuman, suelen dar respuestas muy diversas: "Fumo porque me gusta", "Se ha convertido en un hábito", "Me ayuda a aliviar el estrés", "Me permite concentrarme", "Hace mucho que fumo y no me hace daño", "Sé que es malo para la salud, pero no puedo dejarlo"... Pero ninguna explicación es suficiente por sí sola, y muchas de ellas ni siquiera responden a la realidad o no son generalizables al resto de fumadores. Sin embargo, vistas en su conjunto, resultan muy clarificadoras y permiten llegar a una comprensión real de la situación.
Por desgracia, nos hemos habituado a convivir con el tabaco desde muy pequeños. Los cigarrillos de chocolate que muchos hemos "fumado" o comprado alguna vez a nuestros niños son ya un sutil y temprano acercamiento hacia el tabaco.

Entender el hecho de fumar como un proceso vital

Fumar no es un acto que se base en una razón concreta. Es un proceso que abarca distintas fases. Y cada fase, cada etapa de este proceso, tiene "sus razones". Aunque todos estamos siempre "tentados" por el tabaco, esta atracción es mucho más fuerte para los fumadores, ya que con cada cigarrillo están creándose un nuevo motivo para seguir atrapados por el poder de seducción del tabaco. Y estas tentaciones se presentan de diversas formas y por distintas razones en cada una de las etapas de este proceso.

La influencia de la sociedad

El tabaco se nos da a conocer a todos muy pronto. A posibles fumadores y a futuros no fumadores. Directa, o indirectamente. Nuestro entorno es un mundo en el que el tabaco campa a sus anchas, lo encontramos en todas partes y asociado a las más diversas actividades humanas.
La publicidad nos lo muestra como un medio excelente para alcanzar el placer, la felicidad y la libertad. Y en nuestra sociedad, poco conocedora de sus riesgos para la salud, se utiliza como un medio para relacionarse con los demás, y como una herramienta "ideal" para desarrollar muchas actividades cotidianas.

¿Cuestión de familia o de carácter?

Pese a que algunos estudios han encontrado que la herencia genética puede tener que ver con el hecho de fumar, ni ésta ni otras causas (como la predisposición de las personas con un carácter extravertido o impulsivo) son determinantes.
Fumar es un complejo conjunto de conductas y actos provocados por múltiples y muy diversas causas. No puede verse desde una única óptica, y entenderse sólo con una razón concreta, sino que debe encararse desde la comprensión de un completo conjunto de razones.
Comprender de forma global las razones que llevan a iniciarse en el hábito de fumar y perpetuarlo nos ayudará a poder ejercer control sobre el tabaco, y posteriormente llegar a dejarlo.

El fumador en el diván

Los datos son elocuentes: a los fumadores cuya lactancia se mantuvo durante 8 meses les resulta más fácil abandonar el tabaco que a aquellos cuya lactancia fue más corta, por lo que teóricamente recibieron menos atención maternal durante la alimentación. Pero la idea freudiana de que fumar es una "actitud erótica" sólo es una más de las múltiples razones que pueden motivar el hecho de fumar.
Desconocer las repercusiones reales que el hábito de fumar tiene sobre la salud (o su poca valoración) es uno de los motivos para iniciarse y mantenerse en el consumo de tabaco.

El primer cigarrillo

Los recuerdos de los fumadores coinciden casi todos al respecto: la práctica totalidad se iniciaron en el consumo del tabaco durante la adolescencia. Algo que respaldan los estudios científicos: según la Organización Mundial de la Salud, más del 60% de los jóvenes han probado el tabaco a los 15 años y más de un tercio de todos ellos son fumadores activos antes de cumplir los 18.

La adolescencia

Al ser algo prohibido y reservado a los mayores, fumar es algo que, por imitación, permite acceder a un "privilegio" de los adultos. Además, al fumar, el "rebelde" adolescente se salta las normas de los adultos y se integra en su grupo de amigos. Por otra parte, el joven, que está en una etapa en la que está formando su personalidad, es muy vulnerable a todo aquello que le ofrece poder, aventura y libertad, ya que necesita reafirmarse y hacer suyos (y cuanto antes mejor) los valores y las conductas de que disfrutan los adultos.
Uno de cada tres jóvenes es fumador habitual antes de haber llegado a cumplir los 18 años.

El "glamour"

Y ¿quién ofrece al adolescente todos esos valores? La industria del tabaco, a través de la publicidad. Con sólo encender un cigarrillo nos transformamos en unos grandes seductores, somos "interesantes", galopamos a lomos de un caballo en pleno Cañón del Colorado o nos convertimos en la mujer más atractiva y liberada del mundo. Y todo transmitido a través de espectaculares imágenes y de jóvenes esbeltos, atléticos, saludables y divertidos, transgresores de normas y, sobre todo, libres.
Dos factores muy influyentes en el adolescente son el sentirse integrado en el grupo de amigos y la publicidad, que lo bombardea utilizando anuncios que asocian el fumar con grandes logros personales y con la sensación de libertad.

¿Cómo se llega a depender del tabaco?

Pero, además, hay toda una serie de "mitos" sobre el tabaco que hacen que el joven recién iniciado acabe fumando de forma habitual. Por un lado están la falsa convicción de que el tabaco tranquiliza, da confianza y controla el peso, así como el desconocer y dar poca importancia a los riesgos que fumar tiene para la salud. Por otra parte, está la tolerancia y complicidad de los familiares y amigos, y la facilidad con que el adolescente puede acceder al tabaco, ya que se lo ofrecen y se lo encuentra por todas partes, y además le resulta económicamente asequible obtenerlo.
Tras las primeras caladas se vencen los primeros síntomas de intoxicación (toses, ahogos, náuseas y mareos) y se aprende a "tragar" el humo sin que el cuerpo lo rechace. Y de fumar esporádicamente se empieza a fumar a diario. A medida que se aprende a hacer uso del tabaco, el número de cigarrillos va aumentando.
El cigarrillo va generando dependencia física y, como cualquier otra droga, cada vez permite mayor tolerancia a su consumo, mientras que una brusca disminución de la cantidad acostumbrada provoca el "mono". Y eso en un corto espacio de tiempo, que da paso a la etapa de adicción, en la que se alcanza la dependencia física.

Formas de dependencia

El consumo de tabaco es un proceso en el que se acaban mezclando varios tipos de dependencia: a la dependencia física motivada por la nicotina hay que añadirle otros tipos de dependencia también muy influyentes: psicológica, social, gestual...
Cada calada proporciorna una nueva asociación del tabaco con alguna de las situaciones de la vida diaria: un fumador de 15 cigarrillos diarios saca un cigarrillo del paqueft unas 100.000 veces al cabo de quince años, y da más de un millón de caladas. Todo ello genera en él una fuerte e importante dependencia gestual por el tabaco. Y, encima, todos sus utensilios (mecheros, ceniceros, paquetes de tabaco, etc.) son elementos que le unen aún más a su costumbre de fumar.
Por lo tanto, el fumador que decide dejar el tabaco no tendrá solamente que librarse de su dependencia de la nicotina, sino que deberá afrontar y romper con todas y cada una de las cadenas que le atan al tabaco, sin "bajar la guardia" en ningún momento tras haber "vencido" sólo alguna de ellas.

Comprar por Internet

En California (EE.UU.) una iniciativa llamada "Propuesta 10" consiguió a finales de 1998 que se aumentara en un 50% el precio de las cajetillas. Con esta medida, en sólo medio año se ha conseguido reducir el consumo en un 30%, pese a que, como contra estrategia, más de 20 tabaqueras con sede en otros estados americanos con impuestos más bajos sobre el tabaco empezaron a vender a los californianos su producto por correo a través de internet.

La nicotina

Una de las más de 4.000 sustancias tóxicas presentes en el humo del tabaco es la nicotina, una droga que tiene una alta capacidad adictiva. Cuando el fumador da una calada a su cigarrillo, una determinada cantidad de esta sustancia llega al cerebro en tan sólo siete segundos, y actúa sobre él facilitándole experimentar un incremento de sus sensaciones placenteras. Esta reacción fisiológica hará que el fumador desarrolle dependencia física por la nicotina, lo que le llevará a consumir más tabaco y además le "obligará" a seguir haciéndolo, ya que al poco de no fumar sufrirá reacciones como la ansiedad, el nerviosismo, la irritabilidad, etc., que constituyen los síntomas del "síndrome de abstinencia" que sobreviene a causa de la ausencia de nicotina.

Siempre un cigarrillo... para cada ocasión

Además, el cigarrillo acaba siendo indispensable para relacionarse y estar en sociedad, y es "decisivo" para tomar decisiones importantes o para controlar los estados de ánimo: si se está furioso, el cigarrillo tranquiliza; si se está aburrido, distrae; si triste, consuela; tras el éxito, recompensa, y tras el fracaso, alivia o castiga. Encima, aplaca el hambre, despierta por las mañanas, concentra en el trabajo o durante las horas de estudio, mejora la digestión tras las comidas... Sin olvidar, claro, el olor y sabor del tabaco, el disfrutar de "un buen mechero", y la seguridad y la calma que dan el llevar un paquete bien repleto, para todas las situaciones. En definitiva, un largo etcétera de usos que le otorgan la falsa etiqueta de resultar un fácil recurso para controlar cualquier situación, emocional o fisiológica.

Dejar de fumar es posible y tú puedes conseguirlo

Estás a punto de iniciar un proceso que te llevará a ganar en salud y calidad de vida, para tí y para quienes te rodean. También, y no menos importante, vas a comenzar a librarte de un sentimiento de dependencia que hace tiempo que te atenaza.
En primer lugar: no te precipites
Es probable que, como la mayoría de las personas que fuman, encendieras tus primeros cigarrillos sin tener un motivo muy claro para hacerlo. Tampoco conocías exactamente las consecuencias de tal decisión. ¿Te acuerdas de aquellos primeros cigarrillos?.
Tú no eres una excepción. Gran parte de las personas que fuman empezaron por mimetismo o porque amigos suyos lo hacían. Empezaste sin saber muy bien por qué y sin disponer de todos los elementos necesarios para tomar una decisión informada y elegir conscientemente lo más conveniente. Lo cierto es que, casi sin darte cuenta, te encontraste fumando regularmente. Desde entonces ha pasado mucho tiempo y has repetido miles de veces el acto de encender un cigarrillo y has dado millones de caladas.

No pretendas librarte de un plumazo de lo que lleva tanto tiempo integrado como parte de tu forma de funcionar normalmente

Fumar ha pasado a formar parte de tu propia forma de vida y de relación con tu entorno. Además desde que empezaste a fumar regularmente tu organismo necesita el tabaco para funcionar.
Por ello, si quieres dejar de fumar, no te precipites. Dejar de fumar requiere un proceso para desandar el camino que tu consumo reiterado de tabaco te ha hecho recorrer. Si quieres recuperar la libertad que perdiste -sin saberlo- al inicio de este camino, debes desandar lo recorrido. Y ello requiere ir dando pasos en firme para conseguir tu objetivo.
Los primeros pasos de este camino consisten en:
  • Saber qué te proporciona el tabaco.
  • Tener muy claro qué vas a ganar, personalmente, si lo dejas.
  • Conocer en qué consiste tu dependencia del tabaco.
  • Conocer cómo puedes superarla.
  • Planificar cómo te librarás de esta dependencia.
  • Reconocer qué satisfacciones te proporcionará dejar de fumar y poder disfrutarlas.
Ahora...


  1. Conoces tu nivel de adicción a la nicotina. Aunque sea alto, no te asustes. Como toda adicción, se puede superar.
  2. Conoces las principales razones psicológicas por las que continúas fumando y por tanto sabes qué perderás si dejas de fumar, pero has decidido que lo que vas a ganar te compensa más que lo que vas a perder.
  3. Has identificado claramente las razones para dejar el consumo de tabaco. Sabes muy bien qué recompensas tendrás si dejas de fumar, las valoras y quieres empezar a disfrutarlas cuanto antes.

Las claves para empezar con buen pie

  • Tu plan personalizado
  • Descubre tus propias habilidades y prepárate para ejercitarlas
  • Identifica apoyos y utilízalos
  • Disfruta de tus logros
Tienes más probabilidades de conseguir con éxito tu objetivo si los consideras todos conjuntamente y los vas aplicando a medida que avanzas en el proceso de dejar de fumar.
Al empezar este plan personalizado debes saber que tu proceso de mejora ya ha empezado. Aunque el camino que ahora empieza no estará libre de dificultades, una preparación adecuada te ayudará a poderlas afrontar mejor, y a la vez te será muy útil para reconocer y disfrutar cada nuevo logro conseguido.

Prepárate

Tómate el tiempo necesario para llevar a cabo tu plan, y piensa en que lo que te propones es dejar de fumar de forma seria y permanente. Una vez asumido ese compromiso, continúa:

Dentro del plazo de un mes, fija un día para dejar de fumar

  • Considera este día como inaplazable bajo cualquier circunstancia.
  • Al fijar la fecha, procura que no sea una época de especial tensión, de excesivo trabajo, de grandes preocupaciones, de cambios, de exámenes, etc.
  • Los días más favorables para dejar de fumar pueden ser: el inicio de un fin de semana, un día que coincida con un grato aniversario, con el cumpleaños de una persona querida, un día durante tus vacaciones, o cualquier día en el que puedas planificar un poco cómo organizar tu tiempo.
Para empezar a desenmascarar el tabaco, empieza por despojarlo de las virtudes que no tiene: debes ser consciente de que quien resuelve los problemas de cada día, afronta el tedio o la rutina, supera las tensiones, planta cara a la frustración, vence el cansancio, disfruta del placer, eres tú, no el tabaco.

Descubre tus propias habilidades y prepárate para ejercitarlas

Ya has averiguado qué es lo que crees obtener del cigarrillo (estímulo, placer, reducción de estados negativos, etc.). Ahora debes empezar a desmitificar al tabaco.
El tabaco no es ni más ni menos que una droga, con efectos psicoactivos a los que tu organismo se ha adaptado para poder funcionar normalmente, lo cual no quiere decir que el tabaco te ayude a afrontar mejor tus problemas cotidianos, a relajarte mejor o a estar más alerta. Todo lo contrario, una vez te libres del cigarrillo, verás cómo puedes afrontar mejor las situaciones cotidianas de tu vida.
Para ello, el primer paso es poner el tabaco en el sitio que le corresponde: el cigarrillo no es una ayuda para tí, sino un lastre.
Hasta que tu cuerpo recupere la posibilidad de vivir con normalidad sin nicotina y sin los automatismos a los que se ha acostumbrado, al principio puede resultarte difícil conseguir tu objetivo. Por ello, durante los primeros días vas a tener que estar muy alerta y cambiar algunas rutinas.
Pero pasada esta primera fase más complicada, debes saber que recuperarás el control de tu vida y de tu tiempo, de tus gestos, de tus triunfos y de tus frustraciones. Recuperarás el control de una parte importante de tu persona que perdiste hace mucho tiempo. Cuando lo logres comprobarás que quien afronta el día a día no es el cigarrillo, sino tú.
Para recuperar el control, para romper las asociaciones automáticas e inconscientes, te ayudará saber que dispones de recursos personales muy valiosos que puedes empezar a utilizar para afrontar lo que hasta ahora te parecía imposible sin el tabaco.

Si utilizas el tabaco por haber desarrollado una fuerte adicción y tu conducta está fuertemente automatizada:

  • Revisa el registro diario de cigarrillos, empieza a ser consciente de las situaciones con las que tienes asociado el consumo de tabaco.
  • Una vez identificadas estas situaciones, piensa en qué actividad alternativa te ayudará a afrontarlas sin el cigarrillo.
  • Pide a las personas próximas (familia, amigos y compañeros de trabajo) que, a partir del día que has señalado para dejar de fumar, no te ofrezcan cigarrillos, no fumen en tu presencia ni te permitan fumar.
  • Valora la posibilidad de combinar tu plan personalizado con una ayuda farmacológica eficaz para tu propósito de dejar el tabaco. Invertir lo que ahora gastas en tabaco en ese tratamiento puede ayudarte a reforzar tu decisión. Coméntalo con tu médico.

Si hasta ahora has utilizado el tabaco como estimulante:

Puedes activar tu cuerpo y tu mente de otra forma. Por ejemplo:
  • Cuando quieras mejorar tu nivel de alerta, respira de forma rápida durante 30-40 segundos.
  • Cuando puedas hacer una breve pausa en tus ocupaciones diarias, aprovecha para activar tu cuerpo practicando algún ejercicio moderado (mueve tus hombros, da un breve paseo, coge la bicicleta...).

Si hasta ahora has utilizado el tabaco como refuerzo gestual, para ganar seguridad ante una situación estresante:

  • Busca algo para mantener entre tus manos: un bolígrafo, un llavero, las gafas, un libro o cualquier pequeño objeto a tu alcance que se pueda manipular (una pelota de goma para apretar).
  • Utiliza alguna técnica de relajación sencilla.
  • Descarga la ansiedad con algún sencillo ejercicio: recorre rápidamente el pasillo varias veces, abre la ventana. Si puedes, cambia de lugar o actividad, recuerda algún momento de tu vida en el que tu aplomo te salvó de algún percance.

Si hasta ahora has utilizado el tabaco como forma de obtener placer o reducir estados negativos:

Busca placeres mayores y mejores.
  • Busca sensaciones agradables al gusto, a la vista o al olfato. Por ejemplo, toma caramelos o chicles sin azúcar, permítete ese perfume que siempre te gustó, regálate unas flores, entra en un SPA a que te hagan un masaje, etc.
  • Realiza una actividad que te apetezca: pasear al aire libre, escuchar música. Queda con un buen amigo al que hace tiempo que no ves, empieza aquel libro que tienes pendiente desde hace meses.
  • Date un baño relajante, con aceites esenciales y buena música.
  • Apúntate a aquel cursillo para el que nunca tuviste tiempo: pintura, bailes de salón, canto, aeromodelismo, encuadernación; lo que sea, mientras sea algo que te guste.

Actividades alternativas que practicaré en lugar de fumar:

  • En casa al levantarme ... haré varias respiraciones profundas.
  • En casa después de las comidas ... me lavaré los dientes inmediatamente.
  • En casa en vez de ver la televisión ... saldré a dar un paseo, iré al cine, llamaré a un amigo.
  • En casa si mi pareja fuma ... le pediré que no lo haga en mi presencia.
  • En el trabajo al intentar concentrarme ... haré varias respiraciones profundas.
  • En el trabajo durante las pausas o descansos ... saldré al aire libre, daré un paseo, leeré mi revista favorita.
  • En el trabajo al coger el teléfono ... tendré un bolígrafo en la mano.
  • En el trabajo en momentos de estrés ... respiraré, intentaré aligerar mi agenda durante algunos días.
  • Durante el tiempo libre, a los amigos que fuman ... les pediré que no fumen en mi presencia.
  • Durante el tiempo libre, en una fiesta ... saldré al aire libre y respiraré.
  • Durante el tiempo libre, en vez de ir de copas ... iré al cine, al teatro, a un museo.
  • Durante el tiempo libre, leyendo un libro/escuchando música .. tendré a mano un zumo o un cóctel de frutas.

Identifica apoyos y utilízalos

Además de esta página, debes preveer apoyos adicionales que te serán de gran ayuda. Tenlos previstos entre las personas que son cercanas a tí y valora la posibilidad de ayuda profesional adicional si tu dependencia es muy elevada.

Apoyos personales

  • Habla de tu decisión, preferentemente con alguien que haya superado con éxito la experiencia de dejar de fumar. Puede ser una persona de tu familia, de tu empresa, o puede tratarse de alguno de tus amigos. Pídele a esta persona de confianza que se comprometa a prestarte el apoyo que vas a necesitar en algunos momentos del proceso que ahora inicias.
  • Elige a alguien que pueda escucharte y prestarte su apoyo siempre que lo necesites, aunque sea por teléfono, por correo electrónico o por cualquier otra vía de comunicación.

Mejora tu entorno

Dentro del proceso que has iniciado, puedes empezar a disfrutar de mejoras personales y en tu entorno desde antes de la fecha en que te has propuesto dejar de fumar.
Por ejemplo, haz limpieza:
  • Tira ceniceros, encendedores y cualquier objeto relacionado con el consumo de tabaco, tanto en casa como en el trabajo y también en tu automóvil.
  • Hazte una limpieza dental.
  • Si las paredes de tu casa están sucias por el humo, puedes plantearte volver a pintarlas: esta vez se mantendrán limpias mucho más tiempo.
  • Si la tapicería de tu coche o los sofás de tu casa huelen a tabaco, hazlos limpiar y disfruta de su aspecto fresco y renovado.
  • Pide a tus amigos que no fumen en tu casa. Seguro que lo entenderán.

En resumen, para afrontar las situaciones difíciles, de aquí al día en que dejarás de fumar, prepárate para:

  • Entretenerte con otra cosa cuando sientas ganas de fumar.
  • Cambiar tus rutinas.
  • Desarrollar alguna actividad para reducir la tensión emocional.
  • Planear hacer cada día algo que disfrutes, que te proporcione placer.
  • Buscar personas que puedan apoyarte.
  • Si es preciso, buscar apoyo profesional.
  • Mejorar tu entorno y empezar a disfrutar de las mejoras.